El día antes de la boda, tendrás muchas cosas que hacer: Entregar las bolsas de bienvenida, saludar a los invitados de fuera de la ciudad, incluso una cita de manicura y pedicura con las damas de honor. Si la agenda está abarrotada ese día, ¿realmente necesitas tener un ensayo de la boda?
Un ensayo de la boda es un ensayo de la ceremonia, normalmente realizado el día anterior. El oficiante de la boda, el gerente del lugar o el planificador/coordinador de la boda repasará cada aspecto de la ceremonia, desde la procesión hasta la recesión.
No hay ninguna regla que diga que debes tener un ensayo de la boda. Si su boda es pequeña, con pocos o ningún asistente de boda, y no incluye ninguna tradición de boda, costumbres o lecturas especiales, entonces probablemente puede salirse con la suya sin tener un ensayo formal.
Sin embargo, si su boda es más formal y de mayor envergadura, y especialmente si tienen niños que participan en la ceremonia, entonces recomendamos reservar unos 30 a 45 minutos el día antes de la boda para repasar los procedimientos de la ceremonia con todos. Para que la procesión se desarrolle sin problemas, todos los involucrados deben saber de antemano dónde y cuándo reunirse, en qué orden hacer la fila, cuándo entrar y con qué selección musical, y dónde sentarse o pararse.
Sin una dirección clara, esta parte de la ceremonia puede ser caótica. Un buen coordinador de ensayo también repasará los pequeños pero aún importantes detalles, como lo que deben hacer los padrinos de boda con sus manos mientras están de pie junto al novio (¿las manos en los bolsillos? ¿juntas?) así como la altura a la que la novia y las damas de honor deben llevar sus ramos para quedar bien en las fotos. Todos estos detalles son muy importantes para asegurar una ceremonia perfecta el día de la boda.